sábado, 15 de junio de 2013

Mi PPV: Introducción

Cuando me interrogo sobre mi propia vida y sobre el sentido que quiero darle tras una vez finalizado mis estudios actuales, he llegado a la conclusión de que me tengo que centrar en relacionar esta finalidad presente, con todas aquellas experiencias pasadas y con lo que espero en un futuro.
 Aquí es donde entra en juego la realización de un proyecto profesional y vital, y que más, que como futura psicopedagoga, que realizar el mío propio.
Por lo que me pregunto, ¿Qué es un proyecto profesional y vital?
Un proyecto profesional y vital es todo un conjunto de actividades de análisis personal, generalmente registrado en un portafolios o dossier, donde una persona recoge datos objetivos y subjetivos sobre su bagaje personal, aptitudinal u competencional y reflexiona para ubicarse en su carrera y en el lugar de trabajo que persigue (Rodríguez Moreno y otros, 2008, pág. 131)
Por lo tanto, para llevar a cabo la realización de mi proyecto vital y profesional, debo de llevar a cabo una serie de fases, que son las siguientes:

Fase de exploración: En esta fase se recoge todas aquellas informaciones, las que permitirán realizarse una imagen de sí mismo, del entorno y de la relación de ambos.
 El conocerse a si mismo exige recopilar información sobre los aspectos personales de uno mismo (habilidades, competencias, intereses, valores,…). Para ello hay que realizar una historia de vida, que es reflejar el vínculo de todos aquellos acontecimientos pasados, presentes y futuros.
También hay que recopilar información sobe los intereses personales, que están en relación con las decisiones vocacionales; y, sobre los sueños, el cual actúa como elemento motivador, ya que va mas allá de la propia realidad.
Además, hay que prestar atención en las competencias profesionales y la formación. Aquí es donde actúa el balance de competencias.
Un balance de competencias es un método de análisis de estas mismas y de las actitudes profesionales de un individuo a la vista de la construcción de un proyecto de desarrollo profesional en el ámbito laboral, o, en el caso de que se detecte la necesidad, a la vista de un proyecto de formación, con la posibilidad, en ambos casos, de introducir profundas modificaciones en el itinerario profesional de esa persona o en su colocación en el trabajo. (Serreri, 2000).
Según Lemoine, C. (2002:23), el balance de competencia tiene como objetivo permitir que las personas adultas (…) puntualizar las propias competencias, conocerlas mejor y, a partir de ello, construir un proyecto personal o profesional, dejando claro, a la vez, los medios y las fases de realizarlo (…).
Por consiguiente, las fases del balance de competencias se distinguen por ser tres; a) fase introductoria, b) fase de investigación, y c) fase de síntesis o de devolución.
La primera fase, introductoria, es aquella en la cual se guía el análisis de las demandas y necesidades que tiene la persona. En ella se procura que nazcan motivaciones y expectativas. La segunda fase, de investigación, es donde se identifica y reconstruye conocimientos y habilidades; se analiza y valora las competencias  profesionales y se identifica los intereses profesionales; así como, se analiza el mercado de trabajo y la organización donde se desarrolla la actividad laboral. Para finalizar con las fases, detallamos la tercera, la fase de síntesis y devolución, aquella que tiene como objetivo: reelaborar el plan de vida personal y profesional, ofreciendo coordenadas para el futuro; planificar el proyecto y aportar verificación de fiabilidad; organizar el portafolios de competencias y organizar el documento de síntesis.
Explorar el entorno, es lo que hace acercarnos al trabajo, por lo que tenemos que barajar varias apreciaciones, como, conocer empleos atípicos o hacer un uso diferente de la imaginación.

Fase de cristalización: Esta fase es donde la persona construye su propio autoconocimiento profesional y construye sus preferencias respecto a estilos de vida y campos profesionales. Cabe destacar el importante papel de desarrollar todas las competencias adquiridas y aquellas que hay que reforzar.

Fase de toma de decisiones: Esta fase es el contraste del deseo y la posibilidad de acción. Es un contrates entre un criterio interno con un criterio externo. Por ello hay que aplicar la autenticidad, el realismo y la autocritica de todas las competencias para llegar a una toma de decisiones. Esta toma de decisiones no solo es para darle una solución a un problema, si no que hay que tener en cuenta el contexto y la situación de la que se parte, como de los sentimientos y emociones de la persona.

Fase de realización del proyecto profesional y vital: Esta fase es un proceso de anticipación y planificación de la acción que se ha decido llevar a cabo.
 Por tanto, hay que describir ese plan de acción, teniendo en cuenta las proyecciones de futuro y la búsqueda de información de las mismas, además de prevenir, siendo realista, las consecuencias que éstas pueden tener a lo largo del tiempo. Por tanto hay que saber afrontar las dificultades que puedan surgir, mediante diversas estrategias.

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