Para la ejecución de esta tarea, nos
dispusimos primeramente a realizar el dossier de información acerca de los
programas y proyectos que ofrece la página web www.andalucíaemprende.es.
Seguidamente hicimos la exposición de todo lo que habíamos aprendido en clase,
aunque no salió del todo como esperábamos. Del todo no, no salió para nada como
esperábamos. Habíamos trabajado mucho y no habíamos podido enseñarles a todos
lo interesante que resultaba nuestra sección, y todos los conocimientos nuevos
que habíamos adquirido. Ante tal frustración, estuvimos después de la
exposición qué había podido fallar, ya que algo no había ido bien.
De hecho, al día siguiente
descubrimos que no sólo nuestro grupo se encontraba ante tal frustración, sino
que todos los grupos habían experimentado algo similar. Gracias a nuestro
profesor y a las intervenciones de más de una compañera, incluso de nuestro
grupo, pudimos darle un poco de luz a toda la incertidumbre que nos rondaba.
Realmente, nadie entendió la tarea como deberíamos haberla entendido.
En este autoinforme queremos
reflejar algunos aspectos que nos han hecho reflexionar acerca de la ejecución
de la tarea, y de lo que hemos aprendido con ella.
En cuanto a lo que se refiere a la forma de gestionar el tiempo, gracias
a esta actividad, y sobre todo gracias a las observaciones y explicaciones
posteriores al desarrollo de la misma, hemos reflexionado acerca de que en la
vida real hay que ajustarse a los tiempos que se estipulan. Nosotras como
profesoras sabemos mejor que nadie que en muy pocas sesiones de las que
impartamos en clase los acontecimientos se desarrollan tal y como lo habíamos
previsto.
Igual que ocurre dentro del aula puede pasar el día que vayamos a una
entrevista y tengamos que vendernos como buenos trabajadores, en esa ocasión
deberíamos pensar qué querríamos resaltar, nuestras destrezas. En la vida
cotidiana nos acontecen innumerables sucesos inesperados, y dependiendo de
nuestra reacción podemos sacarle partido o no. Por este motivo queremos
resaltar otro aspecto respecto al cuál también hemos aprendido en esta práctica
y que consideramos que está estrechamente ligado a la gestión del tiempo, y son
los recursos.
Es indispensable desarrollar y
hacerse con numerosos recursos de tal modo que nunca bajemos la guardia y
podamos salir airosos de las situaciones complejas. Estos recursos pueden ser
de muchos tipos, como por ejemplo: capacidad de improvisar si las cosas no
están saliendo como esperábamos; reconducir las conversaciones que se desvían
hacia el tema que queríamos tratar; golpes de humor que nos permitan aliviar la
tensión en situaciones comprometidas; etc. Disponer de alguno de estos u otros
recursos resulta de gran ayuda cuando surgen situaciones que no habíamos
planeado. Dado que pensamos que poseer estos recursos no es exclusivamente una
cualidad innata, aunque es obvio que una persona que por naturaleza sea
resuelta tendrá más facilidad para salir indemne, también cualquier persona que
carezca de esta capacidad puede construirla por ejemplo preparando algunas
muletillas o planeando un “plan B”, por si la cosa se tuerce (“qué hacer en
caso de…”).
Siempre hemos pensado, y a lo largo de los años que llevamos de estudio
lo hemos corroborado, que a la hora de planear algo para exponer evidentemente
primero nos ajustamos al tiempo, pero hemos también de tener una información
adicional porque puede darse igualmente el caso contrario en el que se extienda
el tiempo que debemos emplear en exponer nuestra información. Por este motivo
hemos llegado a dos conclusiones en cuanto a este respecto:
Por un lado, debemos desarrollar la capacidad de improvisar y en general
de usar nuestros recursos a favor nuestro si necesitamos brevedad o en
cualquier otra circunstancia.
Y, por otro lado creemos que se debe programar para algo menos de la hora
estipulada para no sobrepasarnos, pero dado que hemos recabado suficiente
información como para poder extendernos podríamos, y sería recomendable,
haciendo referencia de nuevo al uso de nuestros recursos, organizar la
información de la que disponemos para poder exponerla en el caso de que fuera
necesario.
También nos gustaría señalar que, a
pesar de que en un principio la improvisación no estaba dentro de nuestro
pensamiento a la hora de realizar la exposición, viendo la cantidad de
contenido que nos habíamos preparado y el tiempo tan reducido que se nos quedó,
tuvimos que utilizarla como recurso para acotar la exposición y resumir muy
brevemente todo aquello que pretendíamos
decir. Por ello hemos aprendido que esta competencia es muy importante que
tengamos, pues nunca sabemos qué tipo de problemas se nos va presentar y
debemos estar preparados y capacitados para responder de manera correcta y
solucionarlo con los recursos que dispongamos.
Además, respecto a
la preparación de nuestra presentación, ya que el tema está basado en el ámbito
empresarial, hemos tenido que buscar información adicional para entender
algunas de las palabras técnicas, puesto que no entendíamos el significado de
las mismas.
Por otro lado,
durante el proceso de nuestra presentación, hemos tenido que utilizar otra
alternativa, ya que no salió la presentación como teníamos previsto. Para
cerrar la presentación sin ser expuesta completamente, tuvimos que improvisar
recayendo en otro recurso como es el de la plataforma virtual. En ésta el
trabajo está colgado, puede ser visitada por quien esté interesado en el tema y
extraer toda la información que nosotras no pudimos exponerles.
Por tanto, y en definitiva, la
conclusión principal que sacamos de todos los aspectos mencionados
anteriormente es que la tarea en sí no estaba mal. La hemos trabajado lo
suficiente, ya que tres semanas buscando y mirando cada detalle dan para mucho;
el dossier está bastante correcto, bajo nuestro criterio, y siempre susceptible
de mejora (siempre se puede mejorar); hemos sabido seleccionar la información y
habíamos preparado una exposición bastante rica y para nada redundante. En
definitiva, lo hemos hecho lo mejor que sabemos.
El caso es, como hemos constatado,
que la tarea no estaba mal hecha, sino mal enfocada. Creímos la exposición como
un recurso para enseñarles a todos lo mucho que hemos aprendido sobre los programas
y proyectos que ofrece Andalucía emprende,
y que cuando nuestros compañeros salieran de nuestra exposición pudieran
reconocer los programas y proyectos si alguna vez lo veían mencionado en
cualquier otra ocasión: ‘¡de este
proyecto me hablaron mis compañeras!’. Y resultó ser que no, el enfoque de
la tarea para nada era ese.
Como decíamos, son los aspectos
señalados y el debate producido en clase lo que nos ha hecho ver que la tarea
estaba mal enfocada. Hemos intentado condensar el máximo de información
creyendo que por haber aprendido mucho debíamos demostrarlo, y no ha sido eso
lo que nos requería la tarea. Realmente, el objetivo de la exposición era saber
seleccionar la información que el resto de compañeros necesita para seguir
informándose de lo que nosotros le estamos presentando. Exponer esa selección
de información para que todos conocieran la existencia de esos proyectos, y ya
con eso pudieran buscar por sí mismos en qué consistían, o incluso
transmitirles que nosotros sí recogemos toda la información que necesitan en
nuestra tarea, que luego sería expuesta en el sistema de aprendizaje Blackboard
de la Universidad de Sevilla.
Una selección de información tan
estricta que, de momento, nos queda muy lejana de la selección de información
que sabemos hacer, y que nos gusta hacer, ya que todos tenemos como necesidad
el exponer lo que sabemos una vez que lo sabemos. Por supuesto, el que quede
lejana no implica para nada que no seamos capaces de conseguirlo. Tenemos
bastante claro qué es lo primordial ahora, y sabemos bien que de esta tarea
hemos aprendido incluso más que si hubiéramos podido realizar nuestra
exposición sin incidentes. Una experiencia muy rica y que, aunque parezca algo
insignificante, probablemente no perderemos de vista en todo el curso. Nos
gusta señalar como maestras que el aprendizaje basado en experiencias es aquel
que nunca se olvida.
Nos gustaría señalar por último que, respecto a la rúbrica holística de
evaluación que hemos trabajado en clase nos situamos en el criterio B: trabajo
personal, completo en cuanto a nivel de profundización, realizado desde el
rol de un orientador profesional, apoyado en otros documentos teóricos, respeta
las normas APA en citas y referencias, así como una cuidada redacción y
presentación formal como trabajo académico universitario. Se presenta en tiempo
y forma. Consideramos
este criterio el más adecuado a nuestras circunstancias y nuestro trabajo
realizado.
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