Durante
la fase de cristalización se lleva a cabo la construcción de la identidad personal y colectiva. Es en
este momento cuando la persona, según Romero (2009), se ve a sí mismo como
profesional, contempla sus puntos débiles y fuertes y decide en qué ámbitos preferiría trabajar y
se desenvolvería mejor. El sujeto, tras haber revisado su trayectoria y evaluar
los resultados que obtuvo decide como quiere que sea su futuro teniendo siempre
en cuenta y por lo tanto siendo consciente de sus competencias.
En
definitiva se trata de una visión siempre realista,
basada en las preferencias de la persona y siendo esta quien elabora sus
propias conclusiones supervisado por nosotras, es decir, las responsables de
este proceso de orientación. Por tanto este proceso facilita la reflexión
colectiva sobre el ajuste formación-empleo, la gestión de los recursos humanos y
la búsqueda de puntos de encuentro desde los que se puedan generar acciones
colectivas.
Según
el plan que hemos establecido previamente, en esta fase pasaremos a trabajar la
fase de síntesis, correspondiente a
la fase final del proceso del balance de competencias que estamos realizando
con los orientados.
-
Fase
de síntesis.
En
esta fase del proceso del Balance de Competencias se intentará reelaborar y
enriquecer a los orientados con nuevos significados, poniendo en relación
elementos sobresalientes; es un trabajo de sistematización mediante el cual se
delimita el plan de vida profesional que ofrece coordenadas y, en definitiva,
orientaciones para el futuro.
En
esta fase trabajaremos con los orientados en dos sesiones de trabajo, las cuales
irán encaminadas a la consecución de los siguientes objetivos:
·
Organizar el portafolio de competencias
con toda la documentación que justifica el dominio de las mismas.
·
Organizar el documento de síntesis de
todo el proceso, evidenciando etapas, tiempos e instrumentos utilizados.
Concretamente, la primera sesión de trabajo que constituye esta fase final del
proceso de Balance de Competencias irá encaminada a compartir los resultados de
los instrumentos a los que se han sometido nuestros orientados, así como el
análisis de los mismos. Se considera además esta primera sesión también como
parte de la fase anterior de investigación, ya que las impresiones que se
compartan en ella pueden arrojarnos más información acerca de los sujetos.
Este proceso de comparación y reflexión acerca de
los resultados obtenidos nos parece muy adecuado en todo proceso de
orientación, ya que resulta prioritario el saber si los orientados se sienten
identificados o no con los resultados de los instrumentos y si creen que hay
algo contrario a sus percepciones. Al ser este un proceso tan importante,
creemos conveniente en esta sesión darles a los sujetos copias de los
resultados y los análisis de los mismos, para que los tengan disponibles para
su consulta y reflexión. Les ayudará pues a establecer conclusiones propias;
para ello, dejaremos un tiempo limitado antes de concretar la siguiente sesión,
ya que consideramos bastante información la que deben consultar y podremos
también obtener conclusiones y reflexiones de mejor calidad.
Para finalizar esta última fase de síntesis,
trabajaremos una última sesión con nuestros orientados con el objetivo de
establecer y crear un dossier final que recoja todo el proceso seguido y las
competencias que se han conocido sobre ellos mismos, así como los aspectos a mejorar.
Para ello, una primera parte de la sesión irá destinada a comentar las
reflexiones, impresiones y observaciones que los orientados hayan realizado a
partir de los resultados y el análisis de los mismos generado por nosotras.
Este paso previo podrá ayudarnos a concretar el dossier final, no
considerándolo como una emisión de resultados tal cual, sino dotando este
informe con una valoración tanto personal como profesional de los resultados.
La segunda parte de la sesión irá dirigida a
elaborar el dossier final, incluyendo pues, las competencias adquiridas reflejadas
por los instrumentos estandarizados, además de las que, por alguna razón, no
han sido reflejadas en estos resultados pero sí se consideran adquiridas por
los propios sujetos.
Es aquí donde se da por
finalizada la última fase de este proceso de Balance de Competencias, la
síntesis y, por tanto, el proceso en sí queda finalizado con la elaboración del
dossier final.
Además, la fase de
cristalización se considera también finalizada, ya que, contando con todo el
proceso previo realizado, los orientados ya pueden ser conscientes de su propia
identidad personal. Incluso podemos decir que ya poseen un autoconcepto
profesional con muchos más datos que al comenzar el proceso de orientación,
conociendo así sus posibilidades reales y las oportunidades que desde este
punto pueden aparecer.
Consideramos pues, que toda
la información que ahora tienen los orientados les servirá para poder tomar una
decisión más acorde a sus posibilidades, además de que han podido conocer lo
que deben potenciar, haciendo consciente así a ellos mismos de sus próximos
pasos para la consecución de su objetivo final.
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